Finalmente el Tin tomó la decisión. Tras sufrir un año lleno de lesiones que básicamente lo tuvieron instalado en la casa del kinesiólogo, el histórico lateral decidió operarse su maldito tobillo de una vez por todas y encarar la pretemporada (que inicia a principios de febrero) con toda la furia. Para hacer esto, en un gesto de enorme grandeza, Tino no se tomará vacaciones y se quedará cuidando el predio durante todo el verano mientras el resto de sus compañeros disfruta su descanso por todo el globo.
El dañado pie de Agustín pide cuchillo ya.
La recuperación de ese tobillo será complicada, ya que la rotura del ligamento peróneo astragalino demanda un mes de yeso y otros dos meses para volver a tocar el esférico. Con suerte, tendremos al defensor cuidando el arco descansista para el principio del apertura 2014. De todas formas, el Dr. Pellerano (su consejero y además reemplazante) no lo quiere apurar.